Redes sociales, un término antiguo para una realidad nueva

Vivimos en la edad de oro de las redes sociales. Es difícil encontrar a alguien que no tenga un perfil en al menos una de ellas. Sin embargo, por extraño que nos parezca, el término “red social” viene de antiguo.

Este concepto fue acuñado en la década de los cincuenta por John A. Barnes, un antropólogo que estaba realizando estudios a cerca de las sociedades complejas africanas. En un principio, este término se utilizaba para describir la estructura social de estas comunidades, altamente descentralizadas y, hasta cierto punto, caóticas.

El término rápidamente saltó a otras ciencias, como la sociología, las matemáticas o la computación. Sin embargo, por extraño que nos pueda parecer, el concepto de red social llegó a quedar desfasado. Tanto es así que Bruce Kapferer, uno de los expertos que más habían trabajado en el estudio de las redes sociales, llegó a decir en una entrevista concedida en el año 2000 que este campo de investigación era “un caballo muerto”.

Sin embargo, la llegada en 2003 de Myspace, de Facebook en 2004 y, algunos años más tarde, de Google+, Twitter y LinkedIn entre otras muchas, ha vuelto a poner sobre la mesa el concepto de red social. Por supuesto, al hablar de redes sociales ya no nos referimos a “la estructura social de una comunidad”, como hacían los antropólogos que acuñaron el término. O puede que sí; porque si lo pensamos detalladamente, la estructura de las sociedades modernas se encuentra volcada en el ciberespacio. Cualquiera que intente entender nuestra forma de vida, nuestras costumbres y nuestras relaciones, tiene que estudiar inevitablemente Facebook, Twitter. LinkedIn o Weibo.

Antes del advenimiento de Internet, las comunidades estaban ancladas y determinadas por el espacio que habitaban, ya que era este el que definía las relaciones de vecindad, proximidad y las posibilidades de compartir e intercambiar intereses. Pero las nuevas tecnologías suprimen las distancias espaciales y temporales, propiciando la creación de comunidades virtuales en las que todos somos vecinos de todos.

Así que cuando hablemos de redes sociales, no podemos olvidar que no estamos hablando de Facebook, Instagram, Tumblr, sino que estamos hablando de la forma en la que estructuramos nuestra sociedad, creamos lazos entre nosotros y, en último término, habitamos el mundo.

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