Archivos mensuales: febrero 2015

De qué hablamos cuando hablamos de coaching

“Coaching para aprender alemán”, “Coaching en la cocina”, “Coaching para bebés”, “Coaching exprés: cambia tu vida en 10 minutos”… Hemos vivido una época de híper inflación en la que era difícil entrar a una librería sin encontrar una decena de libros con la palabra ‘coaching’ en el título. Al final, tanta abundancia de información ha derivado en una profunda desinformación. ¿Qué es el coaching y para qué sirve realmente? Es difícil encontrar una respuesta satisfactoria a esta pregunta.

La palabra ‘coach’ significa entrenador, y el coaching se puede definir como una metodología que nos ayuda a extraer el talento que tenemos dentro y alcanzar los objetivos que nos propongamos. Es una herramienta orientada a potenciar las habilidades personales y a descubrir por nosotros mismos las soluciones a nuestros problemas.

Ahora bien, esta definición no logra capturar del todo la esencia del coaching. La línea que separa esta disciplina de otras como la psicología, la consultoría o el mentoring es difusa, y muchas veces no sabemos distinguir dónde empieza una y acaba otra. Para aclarar estas dudas, Belén San Miguel, de Coachycom, prefiere hablar de lo que el coaching no es para entender mejor qué es.

Según San Miguel, el coach no es un consultor, porque no ofrece consejos; no es un mentor, porque no ofrece conocimientos específicos ni habla de experiencias propias. Tampoco es un psicólogo ni un terapeuta, porque no ofrece diagnósticos ni trabaja con patologías. No hurga en el pasado, sino que trabaja con el presente para alcanzar objetivos en el futuro.

En definitiva, el coaching es un camino hacia una meta. Es un proceso personal en el que el coach sirve de acompañamiento y apoyo. Pero como suele ocurrir, es mejor experimentar el coaching que hablar de él. A continuación os dejamos tres enlaces a través de los que podéis encontrar más información y, en caso de que queráis probarlo por vosotros mismos, encontréis un coach profesional:

            

 

Cómo una web puede educar a millones de niños

En el libro “The Promise of a Pencil” de A. Braun, el autor cuenta como en uno de sus viajes a la India se dedicó a preguntar a los niños, ¿qué es lo que más deseas en el mundo?. Las respuestas que recibió fueron de lo más diversas, y algunas muy curiosas como la de un niño que mendiga en las calles, y que contesto: “un lápiz”.

A primera vista, un lápiz puede parecernos un mero instrumento, pero para este niño, que había visto a otros escribir, significaba más cosas. Era la posibilidad de acceder a un mundo que le resultaba desconocido, misterioso y prácticamente inalcanzable. Según relata Braun, al niño se le ilumino la cara cuando él le dio un lápiz que tenía en su mochila. Al leer esta historia, me hizo recordar que si bien yo no hice esta pregunta cuando me baje del tren en un pueblito de la región de Salta en Argentina llamado San Antonio de los Cobres, un niño se acercó a mí y me pidió “una lapicera”.

Hoy día, la tecnología puede hacer que no solo puedas ofrecer una lapicera sino un mundo de conocimientos a través de la web. Por ejemplo, la Khan Academy, es un proyecto sin ánimo de lucro que ofrece recursos didácticos para que los niños (y todo aquel que quiera) puedan aprender y mejorar sus conocimientos de matemáticas.

Estas posibilidades que ofrece la tecnología, cobran si cabe más relevancia si prestamos atención a recientes estudios en Economía de la Educación donde se señala el alto retorno económico y social de programas centrados en la educación infantil, al compararlo con otro tipo de intervenciones realizadas durante periodos posteriores.

Leopoldo Laborda