El caso Kodak y el aprendizaje doble

DCF 1.0

Cuando en el año 1988 Fuji lanzó la DS-1P, la primera cámara de fotos que registraba imágenes digitales, la empresa Kodak, que en esa época obtenía unos beneficios anuales de 2500 millones de dólares, miró para otro lado. Ellos ya habían testado esa tecnología en la década de los 70 y la habían desechado. Lo digital no era el futuro. Había que centrarse en lo que mejor sabían hacer: películas de celuloide.

Los resultados de aquella decisión fueron catastróficos. En el año 2006 sus ventas registraron una caída acumulada del 96% y en el 2012 entraron en suspensión de pagos. Hoy están un poco más lejos de la desaparición, pero por el camino han perdido miles de millones de dólares y el liderazgo del mercado fotográfico. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no supieron reaccionar ante los cambios del mercado? Por una sencilla razón; estaban aplicando el aprendizaje simple.

El aprendizaje simple consiste en reaccionar ante un suceso con la información que tenemos con el fin de obtener un determinado resultado. En el caso de Kodak, ante un suceso determinado (caída de las ventas) reaccionaron con la misma respuesta que tradicionalmente les había funcionado (continuar con el celuloide, su principal fuente de ingresos hasta la fecha).

Bucle simple

Este modelo es práctico y lo aplicamos en nuestro día a día. Adaptamos nuestras decisiones a las circunstancias con el fin de obtener unos resultados determinados. El aprendizaje simple nos permite reaccionar rápidamente frente a los problemas, pero, como demuestra el caso de Kodak, es limitado.

Es limitado porque ignora que nuestras acciones no sólo dependen de los resultados que queramos obtener, sino que están guiadas por nuestras creencias, convicciones y modos de pensar.

Es aquí donde entra en juego el aprendizaje doble. Este modelo se basa en las creencias generales que tenemos sobre lo que hay que hacer y cómo debemos actuar. Hace que nos replanteemos nuestros modelos mentales y las reglas de juego que nos hacen tomar una decisión u otra.

Bucle doble

Así pues, cuando el error es detectado y corregido sin alterar las creencias subyacentes, el aprendizaje es simple. Este tipo de aprendizaje es esencial, ya que nos permite hacer una toma rápida de decisiones. Sin embargo, no siempre es suficiente. A veces es necesario poner en duda los valores dominantes, es decir, aplicar el aprendizaje doble.

Este concepto ha sido tomado de la cibernética. Siguiendo un ejemplo tomado de Chris Argyris, el aprendizaje simple se asemeja al funcionamiento de un termostato.

Un termostato se define como un elemento de aprendizaje simple. El termostato se programa para detectar estados “demasiado frío” o demasiado calor”, y enciende o desconecta la calefacción para corregir la situación detectada. Si el termostato se preguntara a sí mismo por qué está programado a 22ºC, o por qué está programado de ese modo, entonces se trataría de un elemento de aprendizaje doble.

Kodak, desde el punto de vista del aprendizaje simple, estaba haciendo las cosas bien. Reaccionaba frente a una situación en base a la información que tenían (“somos buenos en celuloide, vamos a continuar por aquí”). Sin embargo, si aplicamos el modelo doble, vemos que el problema venía precisamente de las creencias más arraigadas de la compañía, que le impidieron ver que, en contra de lo que esperaban, el futuro sí era digital.